Como conseguir más de 10.000 visitas en 24h con un post.

Quiero empezar este post comentando que no se trata de un manual con este fin. Ojalá fuera así.

Esta es la historia de cómo un blog normal y corriente, que aún se encuentra en sus primeras etapas, logra, con la publicación de un artículo, una subida temporal exponencial. Cómo hemos pasado de unas mil visitas al día, a llegar a la, para mí, desorbitada cifra de 12.500 visitas en 24 horas.

Esto ocurrió el 15 de octubre del 2013, es decir, el martes pasado. En medio de una nueva etapa de nuestro blog, con muchas ganas y motivación para contar cosas, decidí escribir un artículo sobre algo que considero que está infravalorado en el mundo de los Diseñadores Gráficos, los logotipos. El título del post era ¿Cuánto cuesta un logotipo? Y pretendía, no dar el precio tangible del mismo, sino más bien, dar unas pautas, unos criterios para poderlo valorar, y así hacérselo ver a los clientes.

El artículo lo publiqué sobre las 6 de la tarde, ya que nuestro principal público está en Latinoamérica y consideramos que esa hora es buena para que allí lo tengan visible todo el día. Después de esto lo soltamos por las redes sociales, muy culpables de que hoy este escribiendo esto. Concretamente por Facebook, Twitter y Google+. No pasaron más de 5 minutos desde esto cuando algo extraño empezó a suceder en Google Analytics…

Los números empezaron a correr a toda velocidad. Como le oí decir a Carlos Bravo en un taller hace poco, me llegó el efecto lágrima. Teníamos más de 40 personas conectadas a la vez!.

Que rabia, estaba sólo en casa y no podía compartirlo con nadie en directo. Menos mal que Ficus, mi gato, estaba allí conmigo!!!

Le hice una foto a la pantalla con el móvil y se la envíe por Whatsapp a mis compañeros. Pero, algo seguía ocurriendo!!! El número seguía subiendo; 50, 52, 56, 62, 70, 80… Dios mío!!! No hay programa de TV más emocionante. Estaba nervioso, emocionado, no entendía nada. En ese momento me fijé en que mucha gente había comentado el artículo, tanto en las redes como en el propio blog, y no quise fallar a nadie. Me puse a responder a todos, pero no podía dejar de hacer fotos a la pantalla ya que la cifra ya había superado los 150 conectados simultáneos, era más de lo que nunca me hubiera imaginado.

Al cabo de un rato contestando a todas esas personas que dedicaron un tiempo de su vida a dar su opinión en mi blog, llame a mi novia al trabajo. Se lo conté, me sentí un héroe, algo que yo había escrito le estaba gustando a muchísima gente. 

Después de hablar con ella volví a mirar los datos, y ¿qué me encontré? Tenía más de 300 personas conectadas al mismo tiempo y llevaba un total de 4.000 visitas ese día, en menos de 4 horas. Increíble pero cierto, y así siguió hasta terminar el día con más de 6.600 visitas, 358 conectados simultáneamente, más de 2.500 likes de Facebook en esa noticia, 250 nuevos seguidores, más de 100 retwitteos, un montón de gente lo compartió en Google+ y más de 50 comentarios en la web. No os podéis imaginar lo feliz que me acosté, aunque mi cabeza era todo números y luces…

El día después.

Al día siguiente ocurrió algo maravilloso. Cuando me desperté sobre las 7:00 de la mañana, ya tenía más de 3.000 visitas en la web, los números seguían desorbitados. Término el día, de nuevo, con más de 6.000 visitas. Más de 10.000 visitas a la web con un solo artículo y en menos de 24h. Esto, os aseguro, de da energía para seguir escribiendo por mucho mucho tiempo.

Y todo gracias a un post, y a la gran ayuda que da la gente a través de la red cuando te tomas molestias para hacer algo bien, y les gusta. Hasta tal punto que a día de hoy, cuando ya ha pasado una semana, este post sigue aportándonos más de 300 visitas al día.

Para finalizar este post anecdótico, el cual no quise por ningún motivo dejar de escribir, quiero dar las gracias a todo el mundo que participó en tal hazaña. Tanto a este lado como al otro del charco. Dar las gracias por contestar, por animarme a seguir escribiendo, con todas mis limitaciones. Pero sobre todo, por leerme. No hay nada mejor que saber que te escuchan cuando hablas.

A todos vosotros que tenéis un blog, y que alternáis momentos altos con momentos bajos, sabed que a mí me ha ocurrido, me acaba de ocurrir y así lo cuento. No dejéis de comunicar ya que para cada palabra hay un oído, para cada imagen un ojo, para cada ojo una imagen y para cada oído una palabra. Tan sólo tenemos que encontrarnos.

Un abrazo y muchas gracias!!!

David.