¿Cuánto me saldría una web? ¿Qué me cuesta hacer una página? ¿Precio de una web?
De varias formas diferentes se puede plantear esta incógnita. ¿Cuántas veces nos han venido con esta pregunta?.
Esta pregunta tan simple es uno de los principales quebraderos de cabeza de la mayoría de los desarrolladores web. Principalmente por dos razones:
1. Una web no es algo tangible, sobre todo antes de su creación.
Es como preguntar a un constructor: ¿Cuánto cuesta una casa?.
Es necesario especificar como será la página. ¿Cuántos apartados tendrá?, ¿cuántos idiomas llevará?, ¿integración con redes sociales?, ¿responsive design? (adaptación a móviles), ¿tendrá también geolocalización?. etc, etc, etc,
Todos estos factores son imprescindibles antes de poder valorar el coste que tendrá un proyecto web. Y este planteamiento lleva al punto dos:
2. Desconocimiento de la tecnología. Hablemos el mismo idioma.
Mucha gente, como es normal, no conoce todos los tecnicismos que giran en el mundo web, por lo tanto, antes de hacer un presupuesto para una web, es imprescindible encontrar forma de que el futuro cliente entienda estos conceptos. Para ello podemos describir los apartados de una manera más coloquial.
Por ejemplo: Responsive design – Adaptación a todos los dispositivos móviles.
Precio de una web.
Otro tema muy importante es el ajuste de los precios y aquí llegamos aun punto muy caliente.
Por un lado, el cliente quiere un producto muy barato. De ahí la gran masificación de productos tipo one & one. Plug & play, Hazlo tu mismo, etc.
Una web es un formato digital de un negocio cualquiera. Al igual que una tienda física ha de ser bónita, estár bien organizada, faciliar la entrada, ubicar bien la salida, en conclusión: hacer la experiencia del cliente lo más grata posible, consiguiendo con esto un mayor gasto, por parte de éste, en nuestro negocio. Una web deberá de seguir las mismas pautas. ¿Que ocurre si eres un empresario que quiere una página web y no tienes conocimientos de este campo? que te tocará hacer algo para lo que no estás preparado. Y eso se notará en el resultado final!!!
Estoy pensando en montar una empresa de construcción de casas. Voy a facilitarte la tarea y las herramientas. Te la harás tu mismo. Eso sí, tu casa no sera tuya por que me pagarás un pequeño alquiler el resto de tu vida!!! Ese es el secreto. Es barato, sí, pero te la haces tú y te la damos en alquiler!!!. Esta es, para nosotros, la realidad de este modelo de negocio.
Cómo debería de ser tu página web.
Si somos francos consideramos que una web tiene que tener, como mínimo, las siguientes características para el cliente.
- Bien estructurada: dicen que para romper las normas primero hay que conocerlas. ¿Sabías que hay quien aplica la Secuencia Fibonacci a la estructuración web? Los elementos no se ponen donde al cliente le parece que más bonitos quedan. Se ponen donde se tienen que poner. Está todo estudiado.
- Adaptada a todos los dispositivos: si tu web, hoy en día, no se ve en móviles por que utiliza una tecnología no apropiada para los mismos (como Flash), si tienes que andar ampliando con los dedos para poder leer, o, si ni siquiera te carga en móvil por que la web es demasiado pesada, el producto que te han vendido no va acorde con los tiempos.
- Diseño bonito: por qué se venden hoy más Renault Megane que Seat 127? Porque las tendencias cambian, además de la tecnología, claro está. El diseno es lo que te entra por los ojos, lo que produce ese efecto que algunos llaman Orgasmo Visual. Es lo que te hace permanecer más tiempo en la web, volver al sitio, o comprar un producto. ¿Crees que sin conocimientos de diseno estás preparado para diseñar una web? Yo creo que no. Al igual que no nos hacemos la ropa que vestimos…
- Precio realista: este punto, seguramente, sea para muchos el más importante. ¿Cuanto cuesta una página web? Yo personalmente no me fiaría de aquellos productos muy baratos. Lo bueno tiene un trabajo detrás y la calidad se paga. ¿Cuanta gente crítica los productos de las tiendas chinas? Si pagas menos de la mitad del coste que tendría en otro lado, no te quejes si rompe a los dos días. Has aceptado la condición. Con una página web pasa lo mismo. Cuando algo cuesta muy poco es porque algo falla. Ya sea el diseno, la funcionalidad, la usabilidad, la adaptación, o sencillamente, que esa web no es tuya y si quieres cambiar de proveedor nunca podrás.
Recomendamos tanto a los diseñadores web como a los clientes que buscan un proveedor, se replanteen el producto. Que lo entiendan, que lo elaboren y sobre todo, que se sientan orgullosos de él.
Nos gustaría muchísimo saber tu opinión sobre este post.
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